El regreso de los conservadores: La dirección de Brian Mulroney
Trudeau se retira, gana las elecciones el Partido Conservador Progresista bajo la dirección de Brian Mulroney
En
septiembre de 1984, Brian Mulroney del Partido Conservador Progresista (PCP), ganó las elecciones que darían inicio al
periodo de ocho años y medio de su gobierno mismo que, como veremos más adelante,
sería de gran importancia, considerado un punto de partida fundamental para el
futuro de Canadá.
En aquel
año, la victoria de Brian Mulroney al frente PCP, rompió la mala racha que había
afectado al partido pues, durante la
mayor parte de la posguerra, los conservadores solamente gobernaron el país en
un par de ocasiones. Pero con Mulroney, a pesar de sus divisiones pasadas (por
ciertas cuestiones, como el bilingüismo oficial), los conservadores lograron la
victoria federal, que refrendaron en 1988.
Brian
Mulroney era un Quebequense bilingüe de ascendencia franco irlandesa, por lo
que se podría decir que contaba con las virtudes idóneas para ganar el apoyo de
los dos mayores y difíciles conglomerados electorales: la comunidad de habla
francesa de Quebec y la suma de grupos étnicos diversos, particularmente de
Toronto.
La victoria
de Mulroney ese septiembre se definió gracias a que logró reunir entre el 42 y el
69 por ciento del voto popular en cada provincia (en Quebec obtuvo 50%) y, por
ende, la mayoría absoluta. La avasallante victoria también definió que, en un parlamento
compuesto por 282 diputados, los conservadores llegaran a alcanzar 211 escaños.
Muchos
expertos atribuyen esa masiva cantidad de participación electoral al hartazgo
de los electores de la dirigencia de Trudeau y de su fallido experimento
autonomista y antiestadounidense, que cosechó la antipatía de importantes
sectores de un país con una tasa demográfica muy pequeña, como lo es Canadá.
Sobre todo
porque la poderosa influencia de la economía estadounidense incrementó, sin
duda, el interés de los electores canadienses en elegir un gobierno capaz de saber
conjuntar el interés nacional de autonomía económica con un proceso de
cooperación comercial con su vecino del sur, en una relación que fuera benéfica
para ambos países. Razón por la cual, la propuesta en materia económica que
perseguía el PCP y, por ende, Brian Mulroney, fue un factor determinante para
que los conservadores arribaran al poder después de casi 21 años
ininterrumpidos de gobierno liberal.
Desde el inicio de su mandato, Brian Mulroney demostró que comprendía la situación por la que atravesaba Canadá, y dio muestras de adaptabilidad para con esas nuevas circunstancias. Así, asumió un pragmatismo convincente que le llevó por rumbos no transitados hasta entonces, como la buena disposición hacia Estados Unidos y sus políticas, una verdadera novedad en la historia del gobierno canadiense. Por tal motivo y con firmeza, Mulroney se pronunció en favor del sistema de libre empresa, pero sin descartar la intervención gubernamental en la economía para proteger amplios intereses colectivos.
Brian
Mulroney heredó de su predecesor, Trudeau , el candente problema de las
relaciones de poder entre el gobierno nacional y las provincias, ya que en
Canadá el regionalismo ha sido siempre un factor permanente de tensión y juego
político. Así, por ejemplo, podemos citar los roses políticos debido a la
creencia extendida de que las Praderas y el Occidente en general, ricos en
recursos naturales, eran explotados por las políticas federales que
beneficiaban sobre todo a la parte central y oriental de Canadá.
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